Cuando menos te lo esperas: Capítulo 4.

Día 16-11-2010; Hora 19:47

Seguían sin línea de teléfono, no podían llamar a nadie para que viniese a ver el asesinato, la ciudad más cercana estaba a 4 horas de viaje, por suerte John pudo hacer autostop para llegar hasta casi el motel.
No sabían que hacer, entre todos los inquilinos, había un asesino, aquel que había matado a la recepcionista. Aún no sabían por qué la habían matado a ella y no a cualquier otro, ¿fue solo casualidad? ¿estaba premeditado? ¿fue un hombre o una mujer? ¿fue por celos? ¿por cuestión de dinero? no sabían nada.

Todos se habían reunido en el comedor, todos estaban presentes los 16 inquilinos del motel, no de ellos era el asesino y nadie se podía fiar de nadie. Silvia, la chica rubia que John había conocido poco antes de descubrir el  cuerpo, había estado fuera durante un tiempo, nadie sabe dónde fue pero se quedo casi sin gasolina y aquí no hay ninguna cerca. Por otro lado estaba la pareja de la habitación IX la cual había encontrado el cadáver, la mujer aun estaba algo alterada, a su lado, el hombre con el que había llegado. En otra mesa se encontraba una chica de pelo moreno, era alta y delgada, sus ojos eran marrones y se veía el miedo en ellos. En la parte más alejada, se había formado una especie de grupo, cuatro chicos de entre 18 y 14 años estaban con cinco chicas de la misma edad, todos estaban callados. En el centro, una familia, la mujer era mayor, de unos 45 años y estaba muy mal cuidada, a su lado su hijo de 16 años más o menos, pelo largo y oscuro, los ojos estaban clavados en el servilletero de la mesa; dando vueltas por al rededor de la mesa, estaba el marido, un hombre un tanto gordo que ya tenía sus años y algunas entradas en el pelo.
-Buenas tardes.-Dijo John entrando en la sala.- Supongo que ya os habrán informado de lo sucedido, la recepcionista ha sido asesinada, en el bosque y luego la han arrastrado hasta aquí, a la lavandería.
-Aun no sabemos por qué la mataron pero es muy probable que el asesino o la asesina siga entre nosotros.- Inquirió Silvia.
-¿Cómo sabemos que no son ustedes?- Preguntó el hombre que encontró el cadáver.
-No lo sabéis, solo os podéis fiar de nuestra palabra, como la de cualquier. Puede haber sido tu mujer, el chico de 16 años o cualquiera de vosotros.- Contestó John señalando al grupo de jóvenes.
-Necesitamos vuestros datos y que estuvisteis haciendo anoche. Uno de nosotros es el asesino, yo confío en Silvia, ella me ayudará a investigar quién es el asesino y ahora por favor, necesitamos vuestros datos.
-Primero nosotros.- Dijo el hombre que encontró el cadáver.
-Muy bien, por favor, el resto salid y esperad fuera. Un consejo, no os quedéis solos en ningún momento.- Dijo John mirando a la chica morena.
Todos salieron del comedor, John cerró la puerta, Silvia y él se sentaron en una mesa. Le dijeron a la mujer que se quedase fuera, las entrevistas serían de uno en uno, para corroborar las coartadas.

Autor: © Daniel Carrasco, 06-06-2012.
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