Cuando menos te lo esperas: Capítulo 1.

Día: 15-11-2010 Hora: 01:04

Era una noche fría de invierno, las nubes ocultaban la luna por completo, no parecía que pudiera llover pero en esos días todo era posible. La calle estaba desierta, normal, a aquellas horas salvo los drogadictos, borrachos y algún que otro estudiante de fiesta, todo el mundo estaba dormido. Aun faltaba un poco hasta llegar al motel. El motel que él había alquilado no era de lujo, era un motel el más barato que había, no quería llamar la atención y además no tenía suficiente dinero, se conformaba con una simple cama y un cuarto de baño, lo demás no importaba, casi no estaría dentro. Comenzaba a llover, el hombre del tiempo daba lluvias para toda la semana, pero no le importaba, podía haber cogido el coche pero le daba igual, ahora todo le daba igual, después de perder a Kate nada tenía sentido para él. Kate su prometida, ahora mismo estarían de luna de miel en alguna de las islas del caribe. Si el no se hubiese encaprichado, si ella no hubiese ido en moto... Ahora todo estaría bien, ambos estarían en el caribe, tomando el sol en una playa desierta en alguna isla para ellos solos. Pero no pudo ser así, un accidente de moto  cuando ella iba a la iglesia vestida con su traje de novia le arrebató la vida, un camión pasó por encima suyo como si nada. Si él no hubiese querido que fuese en moto a su boda, ahora estaría viva. Los padres de ella tienen razón, él tiene la culpa y por eso no quiere vivir, ya no se merece estar en este mundo, daría lo que fuera por estar en su lugar, por ser él el que ha muerto y ella aún siguiese viva, ella podría superar esta desgracia, él sabe que no puede y solo quiere ir de un sitio a otro, vagando por un mundo gris, esperando que llegue su hora.

Una luz atravesó el cielo cubierto de nubes y despejó un buen trozo, dejó de llover durante un rato pero el viento volvió a mover las nubes como si fuese el agua que arrastra unas hojas. La luz se perdió en el horizonte, no sin antes hacer un ruido, un ruido metálico como si alguna pieza se soltase.

Pronto llegó al motel, sus luces ya estaban apagadas pero por suerte, aún había alguien en la recepción. Una señora mayor, de unos cincuenta y pocos años vestida con un delantal blanco lleno de manchas de grasa, tomate y otras salsas, parecía que no se había lavado en mucho tiempo, muchas de las manchas estaban secas.

-Hola, ¿tiene reserva?- Le preguntó- o también le podemos ofrecer una habitación, tenemos bastantes libres.-Prosiguió

-No, tengo una reserva a nombre de John Wels.- Contestó John.

-De acuerdo, necesito su DNI para verificar la reserva.- Dijo guiñándole un ojo.

-Mire, no estoy para bromas, sé muy bien que en este apestoso motel no piden el DNI, en ninguno lo hacer a si que no me tome por un incrédulo.

-No se ponga así, solo pretendía ser amable.- Dijo asustada.- Aquí tiene la llave, es la habitación XI, está en el otro bloque, en la parte de atrás. Está usted con otras 16 personas.

Después se despidió de la mujer y se dirigió hacia su habitación, cruzando por debajo de la lluvia.

Autor: © Daniel Carrasco, 18-05-2012.

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